martes, 4 de agosto de 2009

Ejercicios- Prof: Luis Weinstein


Cambio de foco


Velocidad


Medición de luz

viernes, 12 de junio de 2009

Imagen Reflexiva

"La Venus del espejo". Diego Velázquez. 1648

Una interpretación de la imagen de referencia:

Venus, diosa del amor, es el tema pictórico de Velásquez en este cuadro. Se trata de un contenido mitológico en el cual el autor construye su propia versión y, lejos de idealizar a Venus, la representa desde una visión real y cotidiana, es decir, humaniza al mito. Las diversas lecturas sobre esta pintura coinciden que el Cupido –dios de los enamorados, cuyo nombre en latín significa deseo-, sostiene el espejo en el que Venus no se contempla a sí misma sino directamente al espectador. A su vez, Cupido –representado por un niño alado- se encuentra prisionero de la belleza de la diosa, tendida sobre una cama.

Nuestra interpretación de este cuadro radica en cómo, dentro de la escena, se conjugan dos universos, el mundo mitológico y el terrestre simbolizado en la presencia de la Venus humanizada y el Cupido, cuya figura coincide más bien con la visión clásica. El espejo, creemos, funciona como umbral intermedio entre las nociones de amor y belleza como soporte sobre el cual se cruzan las miradas: la del pintor, la de la Venus y la del espectador. Nos da la sensación que en el cuadro, además, exista implícita una noción clara de la presencia tácita del espectador posible, quien es invitado a mirar una escena de intimidad. Por último, subrayamos la presencia del espejo donde se refleja el rostro de la Venus, y que en conjunto podría remitirnos al mito de Narciso, en este caso presente en lo femenino.


Reinterpretación


La idea matriz de nuestro cambio de sentido radicará en contextualizar este mito sobre la belleza y adaptarlo a los valores de la sociedad en la que vivimos. En primera instancia, se trataría de cuestionar la idea de belleza griega, es decir, los fundamentos de su pensamiento clásico basado en "lo bueno, lo bello y lo verdadero". Y en segunda instancia, darle un giro a la concepción del amor, en tanto éste se pone en práctica cuando las relaciones en nuestros días son, muchas veces, mediadas-mediatizadas a través de la tecnología: el chateo y la webcam. Aquí estaríamos presentando, además, cómo las personas construyen una "ilusión del amor", algo que si bien en el fondo tiene que ver con Cupido y su intervención, el destino o el azar, se trata, en nuestro caso, de un falso "efecto de enamoramiento", una construcción mental y provocada, una necesidad fabricada, etc. El espejo que sostiene Cupido, en el cuadro original, se convertirá en un computador portátil, vehículo de encuentro, generador de pensamientos y emociones surgidas a través del intercambio digital de la imagen y la palabra. Este artefacto servirá de soporte para reflejar en el rostro de un interlocutor al otro lado. El monitor, a su vez, se convierte en la superficie virtual donde hacemos reflejar la imagen de nosotros mismos que queremos dar a conocer al otro. Cupido será, en nuestra interpretación, en una niña, hija de la muchacha –Venus- quien estará dentro de la escena sosteniendo la pantalla y llamando la atención de su joven madre, ocupada en contemplar el rostro del otro y que a su vez, aunque no se evidencia, estará viendo el rostro de nuestra Venus moderna, vestida con ropa interior, en cuyo cuerpo habrán tatuajes, etc. Nuestra versión intentará mantener las perspectivas y temperaturas de tonos del cuadro original.

jueves, 4 de junio de 2009

Expresivas









martes, 26 de mayo de 2009

Acceso








Germán Arteaga es Luthier, tiene su taller en Bellavista y una de sus especialidades es la fabricación de guitarras eléctricas, me atrevo a decir que es un maestro en el tema y sus guitarras no tienen nada que envidiarle a las importadas desde el extranjero, conoce la técnica y quedan sonando mejor que cualquier guitarra profesional del mercado según la opinión de varios músicos que lo frecuentan.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Simultáneas




jueves, 23 de abril de 2009

Foto del album familiar

Se observa un grupo de niñas, de alrededor de unos 7 años de edad, en el pequeño living de una casa, son todas de edad similar vestidas para la ocasión, claramente un evento social infantil, un cumpleaños, lo más probable. En la escena se aprecia movimiento en algunas de las niñas, por algunos pelos al viento y brazos alzados, por lo que se deduce una escena de baile, otras sólo están sentadas mirando, un par de mujeres adultas también sentadas observan la escena. Una niña en particular, vestida de verde, es la única que aparece de cuerpo casi completo, es más alta que las demás, a su vez es la que más evidencia el movimiento en la imagen.
Es una fotografía en colores, la escena se describe dentro de un plano con características de aglomeración hacia el lado inferior izquierdo formándose una línea imaginaria diagonal curvada. La fotografía está tomada desde arriba en relación a la pequeña altura de las niñas.
En si la imagen no muestra un baile que se hace por el gusto de bailar, nadie refleja por lo menos algún indicio de alegría o goce provocado por el acto de bailar por gusto. Es una actividad programada, una niña sentada en el fondo, sencillamente no participa.
La fotografía se tomó con el fin de guardar un momento de ese evento, una actividad específica, está tomada a un conjunto, no está centrada en alguien en particular, mas que en el suceso mismo del baile.
La niña de verde soy yo, este es el cumpleaños de mi hermana menor, que en ese entonces cumplía 7 años, yo soy casi tres años mayor, y esto era un concurso de baile. Recuerdo que el premio a la que mejor bailara eran unos lápices muy bonitos, yo quería uno de todas maneras, no me gusta tanto bailar pero hice mi mejor esfuerzo y bailé como nunca, no me dieron ninguno, frustrada le pregunté a mi papá, el que asignaba los premios, que como era posible que no me haya ganado ningún lapicito con lo bien que había bailado. La respuesta me frustró aún mas “Los premios eran para las invitadas, como se te ocurre te iba a dar uno a ti, eso hubiera sido muy feo”. Asi es, luché por un imposible, me esforcé al máximo por algo inalcanzable, y nada fue más injusto que eso para mí. Hoy veo esa foto y es de lo primero que me acuerdo, me causa gracia, pero aún asi guarda su dramatismo, me recuerda mi sacrificio sin sentido, mi lucha por algo inalcanzable.


jueves, 16 de abril de 2009

Autorretratos